Esta es una pregunta muy frecuente entre todas las mamás que nos precupamos de forma excesiva por la salud de nuestros bebés e incluso a veces llegamos a torturarnos por lo que comemos o por lo que no comemos, todo ello pensando, claro está, en nuestros hijos.
Hay que decir que los cólicos son normales e inevitablemente inherentes a la naturaleza del lactante por lo que hasta que su intestino no madure es poco lo que podemos hacer para evitarlos, cabe decir que cada lactante evolucionará de manera diferente, pues algunos se suelen adaptar antes a los nuevos alimentos y otros pueden tardar un poco más de tiempo.
Sí que es importante saber que un bebé amamantado de forma natural sufre mucho menos que un bebé alimentado con leche artificial, en caso de ser amamantado con leche artificial sufrirán menos los que estén alimentados con leche de cabra en lugar de con leche de vaca, pues ésta primera crea menos intolerancias y es más fácil de digerir.
En el caso de una lactancia natural lo que comamos nosotras está claro que no pasa directamente al bebé, pero en algunos casos… ciertos alimentos como el ajo, cebolla, repollo debido a su potente sabor pueden alterar el gusto de nuestra leche provocando en ocasiones un rechazo momentáneo de la misma por parte del bebé.
Otro factor que debemos tener en cuenta, es que debemos evitar los alimentos muy grasos, manteca, carnes magras, etc…, pues pueden contribuir a que la leche que generamos contengan mayor cantidad de grasa y al ser esta más pesada también será más difícil de digerir para nuestro bebé.
También es importante recalcar y aunque no está científicamente comprobado que cuando algunas mamás ingieren alimentos que les producen gases, como bebidas gaseosas, cebolla o algunos otros alimentos, también suelen sufrir gases sus bebés y sufren de más cólicos de lo habitual. Quizás este aspecto contenga también un componente psicológico, pero si privarse de estos alimentos pueden mejorar los cólicos y malestar de nuestro bebé, pues merece la pena intentarlo !
En conclusión, durante la lactancia debemos comer todo lo sano que podamos sin excesos en comidas grasientas, alimentos que no estamos acostumbradas ni tóxicos. Tampoco hay que abusar del té, el café, picantes, etc.. y hay que mantener una dieta equilibrada, lo más saludable que sea posible, rica en frutas y verduras con alto poder antioxidante.
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